Últimamente hay una tendencia a utiilizar recipientes de cristal frente a los de plástico, parece una moda pero no lo es, se hace por salud. Con la vuelta a lo clásico, que ahora llamamos vintage y que todo el mundo parecía volverse hipster podíamos creer que utilizar de nuevo tuppers de cristal tenía que ver con esto pero nada más lejos de la realidad.
El vidrio le gana la batalla al plástico. Es verdad que parece más seguro al no rompense con tanta facilidad y es más barato pero se ha descubierto que su uso en la cocina y especialmente en el microondas es bastante peligroso para la salud.
¿Quien tiene la culpa? Los materiales con los que se fabrican los recipientes de plástico. No sólo los que se utilizan para calentar la comida sino también otros recipientes de plástico como las botellas.
Los recipientes de plástico están compuestos de materiales que pueden llegar a ser dañinos para el ser humano como el bisphenol A, conocido como BPA, material que actúa en el organismo tal como los estrógenos, por lo que pude causar estragos en el sistema endocrino. Las investigaciones también sugieren que la exposición al BPA se vincula con mayor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, así como diabetes y en países como EE.UU. y Canadá ya se prohibió su uso en los biberones para bebés. Según estudiosos del tema, cuando un de plástico se rompe o está rasgado, el BPA se filtra en la comida y especialmente si está caliente.
Además de Bisphenol A, los recipientes de plástico puede contener: PVC, poliestireno expandido (un clásico en los vasos térmicos, similar al corcho blanco y donde se suelen servir líquidos calientes), tereftalato de polietileno (presente en botellas de agua, bebida o jugo y donde su uso continuado puede permitir el desprendimiento de DEHP, probable carcinógeno humano), colorantes, PBDE (éteres de difenilo polibromado, un retardante que interfiere con la hormona tiroidea y del cual se dice que puede provocar infertilidad), entre otros.
Todo esto ha hecho que la comunidad internacional esté llamando a la utilización de recipientes de cristal para la conservación de alimentos y agua.
El vidrio es un material que a pesar de que pueda parecer frágil y con alta capacidad para romperse, no es así y es un material duro que soporta situaciones que el plástico no resiste. Un tupper de vidrio no soportará tal vez una caida pero si soportará las altas temperaturas del agua en el lavavajillas y los jabones abrasivos sin alterarse. Ni se deforma ni se impregna con detergentes ni sus componentes químicos. En cambio, los ácidos y bases de los detergentes sí atacan al plástico.
Además, los recipientes de cristal resisten a la perfección hasta 300ºC en la cocción y hasta -40ºC en congelación. Su aspecto es siempre inalterable, no se deforman ni se estropean con el uso, ni se manchan con alimentos como el tomate o la remolacha.
Y si además de más sano y más duradero consiguen que la comida sepa mejor, las dudas ya se disipan del todo. En recipiente de vidrio el sabor de las comidas no se altera, cosa que si pasa con el plástico. El sabor de la comida se mantiene inalterable varios días, lo mismo con el olor y el color. Los recipientes de plástio acaban quitando sabor al alimento.
No cabe duda, utilizar recipientes de cristal para agua y comida es más que una moda, es una necesidad para nuestra salud y para el paladar. tú, ¿cuales usas?